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Iquique, ciudad portuaria en medio del desierto norteño
Iquique es una importante ciudad portuaria del norte de Chile, rodeada de gigantes dunas de arena, entre el océano pacífico y la cordillera de la costa, que en estas latitudes es una árida meseta de unos 700 metros de altitud.
El lugar que hoy ocupa la ciudad estuvo habitado por tribus de nativos pescadores desde hace más de 4.000 años A.C. Con las guerras de independencia contra la armada española, el Perú tomó control de Iquique, que luego fue intermitentemente territorio peruano, boliviano y chileno, finalmente en 1884 Iquique se convierte hasta nuestros días en territorio chileno, lo que impulsó su rápido crecimiento.
No fue hasta la primera mitad del siglo XIX que Iquique se convierte en un importante puerto marítimo, dedicado principalmente a la exportación del Salitre, que empresas europeas habían empezado a desarrollar en la zona.
Esta industria, trajo consigo desarrollo y riqueza, todavía existen como prueba de ello grandes palacios de madera pertenecientes a las familias propietarias de las minas de sal cercanas. Pero también trajo miseria y sufrimiento, como nos recuerda la Escuela Santa María de Iquique, sede de una sangrienta matanza de trabajadores del salitre por parte del ejército chileno, para acabar con su huelga general. Paseando por el barrio histórico de Iquique, entre el puerto y las inmediaciones de la calle Baquedano uno puede volver atrás en el tiempo y recordar los tiempos del auge de la industria salitrera en el norte de Chile. Si uno busca adentrarse más en esa historia, es muy recomendable la visita a las Salitreras de Humberstone y Santa Laura, dos famosas “ciudades fantasma” muy bien conservadas en medio del desierto de Atacama, junto a la ruta 5, a 53 km del centro de Iquique.
Otra atracción que uno no puede perderse en Iquique es la réplica exacta de la Corbeta Esmeralda, el navío que fue hundido con Arturo Prat en la batalla naval de Iquique, en el marco de la Guerra del Pacífico y que fue reconstruido en 2004 y emplazado en un dique seco en la costanera de Iquique, donde sirve como museo.
Otra excursión de día recomendada para los visitantes de Iquique es la visita a Pisagua, otra suerte de “ciudad/puerto fantasma”, que aunque no está completamente deshabitada, esta perdió toda la importancia que tenía como uno de los principales puertos salitreros. Pasearse por sus calles encontraremos imponentes edificios y palacetes de madera completamente abandonados.